Autoconcepto: Cómo se forma la imagen que tenemos sobre nosotros mismos y cómo mejorarla

 

Este artículo es un fragmento del proyecto que llevé a cabo en mi Trabajo Final de Máster de Grupos titulado: “Mejora del Autoconcepto y la Autoestima, en personas con Fibromialgia, mediante una intervención grupal con técnicas artísticas”. Espero que os guste y os abra una pequeña ventana a vuestro mundo interior. Ahora que se acercan las vacaciones, además de los diferentes planes lúdicos que cada uno planee, es recomendable realizar un viaje particular y único para cada persona, un viaje hacia dentro de uno mismo, para detenerse un instante, reflexionar y revalorar las dimensiones de nuestra construcción personal.

 

Los seres humanos somos individuos fascinantemente complejos e infinitamente poliédricos, cada persona caracterizada por su idiosincrasia singular, con un lienzo de base con un  código genético similar que se manifiesta y desarrolla con una multiplicidad de matices, colores y texturas particulares y diferenciadas, con un estilo único en continuo desarrollo y evolución. Esta extraordinaria singularidad de cada persona se forma en base a un temperamento determinado de nacimiento, evolucionando y desarrollándose con cada experiencia desde que abrimos los ojos por primera vez, con cada caricia y gesto afectivo, con todas las relaciones sociales que establecemos, con cada aprendizaje, con cada fracaso, con cada sueño e ilusión que alimenta la vida de todos nosotros.

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Como seres sociales estamos influenciados desde el nacimiento por cada input que nos llega de nuestro entorno social y cultural, desde nuestro grupo familiar primario, los diferentes grupos de amistades y compañeros, los referentes culturales que idolatramos, las tendencias políticas e ideológicas que defendemos, todo ello contribuye a construir una identidad profundamente polifacética  en continua evolución.

Todo este conjunto de influencias y condicionantes, son factores que moldean el Autoconcepto, la imagen que tenemos de nosotros mismos. El Autoconcepto es un constructo complejo que ha sido objeto de estudio, análisis y teorizaciones a lo largo de la historia de la psicología, de la filosofía y de las disciplinas artísticas. La capacidad que tenemos los seres humanos de tener conciencia de nosotros  mismos,  nos ha permitido como especie y como individuos reflexionar sobre cuestiones existenciales sobre nuestro papel en el mundo y sobre nuestra particularidad como seres individuales en un contexto de social. ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Son cuestionamientos trascendentales que nos hemos planteado desde el alba de la conciencia de la humanidad, condicionando nuestra forma de percibirnos a nosotros mismos, nuestras raíces, nuestras acciones, nuestra valía personal y nuestro camino en la vida.

Photo by prottoy hassan on Unsplash
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¿QUÉ ES EL AUTOCONCEPTO?

El Autoconcepto se ha definido como las percepciones del individuo sobre sí mismo, las cuales se basan en sus experiencias con los demás y en las atribuciones que él mismo hace de su propia conducta (Shavelson, Hubner y Stanton, 1976), así como el concepto que el individuo tiene de sí mismo como un ser físico, social y espiritual (García y Musitu, 1999 Citado en Cazalla-Luna y Molero 2013)

La formación del concepto de si mismo se va realizando gradualmente a lo largo de la vida teniendo sus raíces más profundas en las experiencias afectivas-sensitivas de la infancia. De aquí que lo que los padres nos hagan reconocer en nosotros mismos como constitutivo de nuestra personalidad, llegará a formar parte de nuestro ser, y desarrollaremos, o bien una consideración positiva o bien una imagen dependiente y negativa de lo que somos. (Casanova 1993).perception-3110810_1920

Así, si el autoconcepto propio surge de las interacciones con la sociedad, éste reflejará las características, expectativas y evaluaciones que los otros dan a la persona (Cooley, 1922; Mead, 1934). Para Cooley (1922) los otros constituyen una especie de espejo social (looking-glassself), de tal forma que la percepción que cada cual tiene acerca de sí mismo está determinada por la percepción de las reacciones que los demás tienen sobre él. (Mead 1934, Citado en Cazalla-Luna y Molero 2013)

Basándonos en las diferentes definiciones que se han realizado del Autoconcepto, podríamos sintetizar que este constructo se refiere al conjunto de ideas y creencias que tenemos sobre nosotros mismos,  sobre nuestras capacidades y nuestra singularidad, respecto a las diferentes facetas y áreas de nuestra vida. Esta percepción sobre nosotros mismos se construye, cambia y evoluciona a lo largo de nuestra vida, con las diferentes experiencias vividas e interacciones con nuestro entorno.

El autoconcepto se trata por lo tanto de una experiencia interna y subjetiva, influida por las interacciones de la persona con su entorno, desde el nacimiento y a lo largo de la vida, que generan una determinada percepción y construcción de la propia realidad y los acontecimientos que suceden, configurando como resultado la concepción del si mismo. El desarrollo positivo de este constructo será un aspecto clave para un adecuado desarrollo psicosocial.

MULTIDIMENSIONALIDAD DEL AUTOCONCEPTO

Los modelos teóricos más aceptados en la actualidad conciben el Autoconcepto como un constructo multidimensional, constituido por los diferentes factores que configuran el desarrollo personal y social del individuo. De esta forma, podríamos decir que el Autoconcepto es el resultado de la autopercepción y heteropercepción que una persona hace de si misma respecto a estas diferentes áreas, es decir como se ve a si misma y cómo cree que los demás la ven respecto a estas diferentes dimensiones.

Esnaola, Goñi y Madariaga (2008), postulan que las dimensiones de los tipos de autoconcepto son: físico, personal, social y académico. Y cada tipo de Autoconcepto se constituye a su vez por diferentes dimensiones que lo configuran.

De esta forma el Autoconcepto físico, estaría constituido por las dimensiones de competencia física, apariencia física, forma física y salud. (Bracken 1992), el Autoconcepto Personal formado por las dimensiones autoconcepto afectivo-emocional (cómo se ve a sí misma en cuanto a ajuste emocional o regulación de sus emociones), el autoconcepto ético/moral (hasta qué punto una persona se considera a sí misma honrada), el autoconcepto de la autonomía (la percepción de hasta qué punto decide cada cual sobre su vida en función de su propio criterio) y el autoconcepto de la autorrealización (cómo se ve una persona a sí misma con respecto al logro de sus objetivos de vida). (Esnaola, Goñi y Madariaga, 2008), El Autoconcepto Social formado por las dimensiones competencia social y de aceptación social (Bracken, 1992) y el Autoconcepto académico/laboral, que en este tipo de grupo centraríamos en el aspecto de actividad laboral o no laboral,  que fomente la propia autonomía.

Como podemos observar con las diferentes aportaciones teóricas comentadas, la concepción que tenemos sobre nosotros mismos es profundamente compleja y está condicionada por innumerables factores, producto de los aprendizajes personales que hayamos realizado y con las diferentes interacciones y experiencias vividas.

Photo by Greg Rakozy on Unsplash
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Todo ello fomenta una percepción determinada, más o menos saludable sobre uno mismo, y como podemos comprobar en psicoterapia, muchas personas desarrollan una concepción de ellas mismas más negativa y limitante, produciéndoles un mayor malestar emocional, que a su vez genera una mayor negatividad en la forma de valorarse.

Por estos motivos, en todo proceso Psicoterapéutico es fundamental trabajar con la persona para potenciar una mejora de su Autoconcepto, para fomentar nuevas construcciones personales, facilitar la autoaceptación, el autocuidado y la autovaloración positiva.

 

¿COMO PODEMOS MEJORAR NUESTRO AUTOCONCEPTO?

 

A menudo, debido al cúmulo de experiencias e interacciones más negativas, muchas personas pueden desarrollar un discurso sobre ellas mismas muy duro y limitante, juzgándose de forma exigente y menospreciando la propia valía.

Es fundamental poder detectar el discurso interno que tenemos, los mensajes internos que nos damos y en que medida nos condicionan y afectan a nuestro estado de 

Photo by Dawid Zawiła on Unsplash
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ánimo.

Será necesario por lo tanto, cambiar los criterios desde los que uno se juzga a si mismo, ampliando el foco de nuestra definición. Autovalorarse de forma objetiva e indulgente. Todas las personas tienen virtudes y aspectos a mejorar, en este sentido los propios defectos no deben ser un factor limitante que genere una autoflagelación continua, sinó que deben movilizarnos para mejorar y crecer.

Por lo tanto desarrollar un discurso hacia la propia más adaptativo y saludable es fundamental para valorarse de una forma más positiva.

Las experiencias sociales afectivamente positivas son fundamentales para el adecuado desarrollo del autoconcepto y la autoestima, la valoración que los demás hacen de nosotros mismos influye considerablemente en cómo nos percibimos. Sin embargo no todas las interacciones que tenemos a lo largo de nuestra vida son positivas, los desengaños y el dolor comportado por ciertas interacciones y experiencias son inevitables e influirán de forma notable en nuestra psique y en nuestra autovaloración.

Por este motivo es importante alejarse lo máximo posible de aquellas personas que “resten”, que nos hagan sentir mal, que nos puedan manipular o minar nuestra valía y rodearnos de personas que nos aporten, que nos proporcionen apoyo. Mantener relaciones saludables que nos estimulen y nos permitan establecer vínculos sociales satisfactorios.

 

La Autoaceptación de las diferentes características personales es un proceso puntal y básico para una buena salud psicológica. Reconocer y aceptar las propias características personales, es esencial para poder desarrollar un adecuado autoconcepto disfrutar de una buena salud psicológica.

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Como desarrollé en el proyecto del cual he compartido este fragmento, las técnicas artísticas, con su poder catártico, simbólico y lúdico, pueden fomentar una mayor introspección y estimulación personales, potenciando cambios en la forma de autoconcebirse y ampliando la conciencia hacia nuevos constructos personales, es decir abriendo la percepción a nuevas formas de construirse a si mismo, de valorarse y de definirse. Dibujar, escribir, cantar, realizar un collage, experimentar pintando, moldeando… Las prácticas artísticas son infinitas y todas y cada una de ellas permiten liberar las vivencias emocionales que laten en nuestro interior.

La aceptación, el cambio en la forma de valorarnos y juzgarnos a nosotros mismos, potenciar una mayor focalización en las propias cualidades y virtudes, rodearnos de personas que nos aporten con relaciones saludables son algunos de los factores más importantes para fomentar una mejora en el Autoconcepto.

Para acabar el artículo compartiré un fragmento de Paul Auster, de su libro autobiográfico Diario de Invierno, que refleja a la perfección la construcción de la propia valía, repasando su propio inventario de cicatrices.

 

«El inventario de tus cicatrices, en particular las de la cara, que ves cada mañana al mirarte en el espejo del baño cuando te peinas o vas a afeitarte. Rara vez piensas en ellas, pero cuando lo haces, entiendes que son marcas que deja la vida, que el surtido de líneas irregulares grabadas en la piel de tu rostro son letras del alfabeto secreto que narra la historia de quién eres, porque cada cicatriz es la huella de una herida curada, y cada
herida era resultado de una inesperada colisión con el mundo.”

Paul Auster, “Diario de Invierno”

 

 

 

 

Arias Gallegos, W. (2015). Carl R. Rogers y la Terapia Centrada en el Cliente. Av.psicol.23.

Casanova, E. (1993). El desarrollo del concepto de si mismo en la teoría fenomenológica de Carl Rogers. Rev. De Psicol. Gral. Y Aplic.46, 177-186.

Esnaola, I., Goñi, A., & Madariaga, J. (2008). El Autoconcepto: Perspectivas de Investigación. Revista De Psicodidáctica13(1136-1034), 69-96.

García, L. (1999). Configuración histórica del concepto de Autoimagen. Revista De Historia De La Psicologia20, 405-414.

González, M., & Tourón, J. (1992). Autoconcepto y Rendimiento escolar. Pamplona: Ediciones Universidad de Navarra, S. A. (EUNSA).

(2013). Revisión teórica sobre el autoconcepto y su importancia en la adolescencia. Revista Electrónica De Investigación Y Docencia.

 

 

 

¿Cómo interactúo? Reflexiones para el Cambio (inter)personal.

¿Cómo me relaciono con los demás? ¿Qué máscaras utilizo? ¿Por qué las utilizo? ¿Qué me convendría y me gustaría mejorar?  Si queremos disfrutar de unas relaciones sociales estimulantes, auténticas y plenamente satisfactorias, en la que podamos crecer y desarrollarnos personalmente, tenemos que aprender cuales son nuestros condicionantes, nuestro estilo por inercia, nuestra rigidez y nuestras potencialidades. Para gozar de relaciones maduras y saludables tenemos que reconocer nuestra forma de actuar y pulir aquello que nos conviene mejorar.

En este artículo pretendo cuestionar nuestras formas de socializarnos y relacionarnos con los demás, con el objetivo de hacer reflexionar sobre factores a menudo inconscientes, que condicionan nuestra forma de interactuar en grupo y, a partir de aquí valorar los posibles cambios que podría realizar. Y es que muchas personas dicen estar abiertas a los cambios, a crecer personalmente pero pocas están dispuestas a viajar a las penumbras de su mente donde realmente radica la raíz profunda, a partir demasks-833421_960_720 la cual uno puede tomar conciencia de si mismo y mejorar, si verdaderamente quiere.

A menudo, según los entornos grupales en que nos relacionamos, adoptamos unos patrones de conducta determinados y por costumbre lo solemos perpetuar una y otra vez en los diferentes contextos. Los aprendizajes realizados, como explicaremos más adelante,  nos impulsan según el contexto en el que estemos a actuar de esta forma e, inconscientemente por inercia activamos los diferentes recursos y estrategias de relación.

 

Desde una perspectiva situacional  Sargent (1951, p. 360) postula que, «un rol es un modelo de conducta social que aparece situacionalmente apropiado a la persona en términos de las demandas y expectativas de quienes pertenecen al grupo». Así, cuando un sujeto es «caracterizado en un rol se tiende a atribuirle todas las características de dicho rol, independientemente de las actuaciones y atributos reales de éste» (Páez y colaboradores, 1994, p. 162)

Lo que quiere decir esta afirmación de Sargent es que es el propio grupo quien nos asigna el papel que le conviene en su función teatral, según aquellas características que ve en nosotros y que más le convienen. Los grupos, por norma general intentarán preservar su estructura, y en este sentido, los roles que ejercen cada miembro permitirán hacer predecibles los comportamientos de sus miembros y sus diferentes interacciones. Por lo tanto el grupo no va a facilitar que una persona intente cambiar su forma de relacionarse, no facilitará el cambio ya que ello supondrá un cambio en el propio grupo y una pérdida de aquella predictibilidad asociada al antiguo papel asignado.teatro.jpg

Como dice el particular mantra de María Palacín, mentora y referente, “No hay cambio sin Conflicto”. Así que quien quiera variar su forma de relacionarse con los otros, ampliar su abanico de estrategias y de estilo, deberá luchar contra su propia comodidad y contra la resistencia de los grupos en los que se socializa con normalidad.

 

Por otra parte, desde una perspectiva personal Lemoine y Lemoine (1979), en el marco de la teoría psicoanalítica, consideran que los miembros del grupo tienden a repetir siempre los mismos roles clave que han sido aprendidos en las primeras etapas de la vida en el seno de la familia. Estos roles, que son relativamente fijos, se manifiestan con bastante regularidad en los grupos y responden a unas vocaciones particulares de las personas que los asumen. Los miembros del grupo tienden a repetir una y otra vez un rol-actitud debido a una actitud inconsciente de la que no pueden liberarse fácilmente.

En la misma línea, comparto también la reflexión que hace López-Yarto sobre la teoría de las relaciones objetales de Melanie Klein: “Yo, desde mis primeras experiencias, hice mía una forma de ver a los demás, de vivirles, y de reaccionar ante ellos. Ahora no hago sino proyectar en cada persona que encuentro en la vida contenidos que pertenecen a mi mundo interior. Llevarse bien con las personas parte, antes que nada, de aclararse como yo las veo. Qué hay de suyo y qué de mío en el mundo de afectos que nos une. (López-Yarto, 2007)”

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Como postulan estos autores las relaciones que establecemos desde pequeños en nuestro marco familiar condicionan nuestra forma de relacionarnos con los demás, bien repitiendo o huyendo de patrones observados en nuestra familia, trasladando el rol y la forma de interactuar que hemos llevado a cabo en este entorno familiar a los demás grupos y contextos, y realizando proyecciones en las demás personas de contenidos que pertenecen a mi mundo exterior y no a los demás, como planteaba Melanie Klein.

Por lo tanto si queremos tomar conciencia de buena parte de nuestra forma de ser, de concebir a los demás y de relacionarnos con ellos es necesario hacer este “Viaje hacia Dentro”, por incómodo que sea, porque para cambiar y crecer primero es necesario conocer nuestras raíces y cómo en consecuencia hemos construido nuestro tronco, ramas, hojas etc.  Reconciliarnos con nuestros fantasmas para no proyectar sombras en nuestro entorno.

 

¿Cómo me he relacionado hasta ahora con los demás? ¿Cómo ha influido mi experiencia personal en mi forma de relacionarme? ¿Qué aspectos me gustaría cambiar de mi forma de interactuar? La respuesta estas preguntas solo la tiene uno mismo, igual que la posibilidad de cambio.

Para Jacob Levy Moreno la Espontaneidad es la clave para poder interactuar y relacionarse adecuadamente. Espontaneidad  en el aquí y ahora, libre de condicionantes, prejuicios, normas e imposiciones. Ser capaz de dar nuevas respuestas a nuevas situaciones, y respuestas nuevas a la misma situación, adaptándose adecuadamente al contexto. Liberarse de la rigidez que el inmovilismo y la inmutabilidad imponen y experimentar nuevas formas de ampliar el abanico de posibilidades de interacción.

Los postulados de Moreno eran especialmente lúcidos y bonitos, ya que como hemos comentado a lo largo de este artículo son múltiples los factores que condicionan nuestra forma de actuar y relacionarnos con los demás, pudiendo crear cierta rigidez en nuestros patrones de interacción. Para poder estimular la chispa de nuestra Espontaneidad primero habrá que hacer el trabajo de conocerse, de abrir nuestras habitaciones cerradas, de mirarse al espejo y de verse en los ojos de los demás y sólo a partir de aquí, podremos ampliar y enriquecer la gama cromática de nuestra paleta interaccional, podremos flexibilizar nuestra forma de relacionarnos, ampliar el abanico de estilo y recursos. Relacionarnos de forma más saludable, madura, plena y satisfactoria.

Exploremos todo lo que hay y lo que sucede detrás del telón, reescribamos el guión si hace falta, el guión de un personaje lleno de matices y detalles y salgamos al escenario a actuar de forma verdaderamente Auténtica y espontánea.

 

Referencias:

Sanchez, J. (2002). Psicología de los grupos teoría, procesos y aplicaciones. 1st ed. Madrid (España): McGraw-Hill.

López-Yarto Elizalde, L. (1997). Dinámica de grupos. 1st ed. Madrid: Desclée De Brouwer.

Sanchez, J. (2002). Psicología de los grupos teoría, procesos y aplicaciones. 1st ed. Madrid (España): McGraw-Hill.

La curiosidad nos salvará

“No tengo talentos especiales pero sí soy profundamente Curioso.”

Albert Einstein

 

 

La curiosidad es un instinto natural en los animales que nos impulsa a investigar, explorar y aprender, permitiéndonos evolucionar como especie y llegar hasta el día de hoy. Gracias a la curiosidad hemos logrado unos avances espectaculares  en diferentes campos científicos, consiguiendo mejorar el nivel de vida de gran parte de la población, gracias a ella en el pasado, los míticos exploradores llegaron a los confines del mundo, gracias a la curiosidad que nos hace mirar con misterio y fascinación a las estrellas hemos descubierto, en parte, nuestro lugar en el cosmos y en breve, incluso los futuros exploradores pondrán sus pies en el Planeta Rojo, la última tierra a conquistar.

Pero la curiosidad no es tan solo un proceso que nos haya facilitado la supervivencia y  evolución, también nos define como humanos en cuanto nos induce a descubrir y experimentar nuevos aprendizajes, a ilusionarnos y fantasear influyendo de forma clara en nuestra motivación y constituyendo un motor para avanzar en el día a día.

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A veces la vida rutinaria, la responsabilidad y el cansancio pueden inducirnos una falta de voluntad y de interés, provocando que cada vez hagamos menos cosas y esta reducción de la experimentación a su vez, puede desembocar en un mayor desánimo. A pesar del gran peso que supone la rutina, el cansancio y la responsabilidad, es importante mantener nuestra curiosidad, puesto que gracias a ello conseguimos estimular nuestra vida, darle colorido a la rutina, provocarnos ese chispazo, esa sacudida que nos da el motivo para seguir adelante.

La curiosidad es el alimento de nuestro cerebro, estimula nuestra mente para realizar nuevos aprendizajes, ejerce de motor para crecer personalmente al explorar nuevas experiencias, nuevos caminos y nos espolea para expandir nuestros horizontes. Así que prueba hacer algo que nunca hayas hecho, lee un nuevo libro, ve a un museo, visita un lugar donde nunca hayas estado, busca información sobre algo que no conozcas, hazte preguntas.

Como los niños pequeños con el brillo en la mirada, aprende, estimula tu cerebro y alimenta tu vida. Se Curios@.

Into the Wild: Reflexiones sobre un espíritu ¿libre?

There is a pleasure in the pathless woods,
There is a rapture on the lonely shore,
There is society, where none intrudes,
By the deep sea, and music in its roar:
I love not man the less, but Nature more

Hay un placer en los bosques sin senderos

Hay un éxtasis en la orilla solitaria donde nadie se inmiscuye

Junto al mar profundo y música en su rugido:

No amo menos al hombre pero más a la Naturaleza

Lord Byron

La película Into the Wild (Hacia rutas salvajes, en la traducción española) es la adaptación fílmica de la novela de Jon Krakauer  que narra la historia real de Cristopher McCandless, un joven que inspirado por sus escritores y pensadores existencialistas favoritos (Thoreau, Tolstoi), decide partir en busca del sentido, en busca de la libertad absoluta en soledad. Un héroe romántico moderno en busca de su lugar en el mundo.

Un relato inspirador y fascinante potenciado en la película por una excelente fotografía y una banda sonora de Eddie Vedder tan sensibles y adecuadas que conectan directamente con la emoción. “Society, crazy indeed, I hope you are not lonely without me” (Sociedad, verdaderamente loca, espero que no estés sola sin mi) Canta Vedder entre escenas bucólicas.

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El protagonista de esta historia, Alexander Supertramp como se autodenomina (El personaje real es Cristopher McCandless) es un joven atormentado por profundos problemas familiares que decide emprender un viaje, una huida hacia delante en busca de la felicidad, de la libertad suprema en absoluta soledad. Hace de estos ideales y valores una bandera dogmática, una búsqueda trascendente y febril. De esta forma, al acabar los estudios universitarios, decide romper  con las presuposiciones del futuro laboralmente exitoso que debería tener, romper con los esquemas de la vida moderna, con las ataduras y la opresión que le genera una sociedad con la que se siente desencantado e inicia un viaje por los Estados Unidos, su aventura radicalmente existencialista de punta a punta del país, hasta “establecerse” en Alaska para conectar en soledad con la Naturaleza y consigo mismo.

Esta película es un disparo al corazón de los valores y cimientos filosóficos y morales que rigen en gran parte los proyectos vitales en el mundo Occidental,  contiene profundas temáticas sobre las que reflexionaremos sintetizadamente a continuación: las problemáticas familiares, la falta del vínculo y desarraigo, la alienación, la libertad, la soledad como elección, el aislamiento, la búsqueda del sentido de la vida, la naturaleza y el Viaje como medio vehicular de todo lo anterior y como fin en si mismo.

Desarraigo

Los profundos problemas familiares que tiene el protagonista son la labor de todo su sistema de pensamiento y valores que desencadenan su posterior proyecto. Una familia desestructurada con la que Alexander no consigue establecer una vinculación afectiva sólida, debido a las discusiones continuas entre sus padres que llegan a la violencia, un estilo educativo autoritario poco o nada afectivo. Unas figuras paternas que no constituyen los pilares referenciales básicos para sus hijos y que por lo tanto no le permiten desarrollar adecuadamente su identidad.

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La familia es el primer grupo de pertenencia de una persona, es el primer sistema de relaciones, sistema que proporciona sustento, protección, afecto y aprendizaje para que podamos crecer, construir nuestra identidad y desarrollarnos en el mundo. Las experiencias traumáticas que el protagonista vive en su familia  le generan un profundo malestar y sentimiento de desarraigo que acaba extrapolando a todas sus relaciones y a la sociedad en general, en consecuencia no consigue (o no quiere conseguir) vincularse profundamente con nadie.

Alienación

Como dice el protagonista en una de las primeras escenas: “Para evitar que la civilización le intoxique decide huir y adentrarse solo en estos parajes, perdido en la naturaleza salvaje”

Alexander emprende su huida motivada por el desarraigo familiar y por el desencanto con los valores sociales predominantes. Uno de sus objetivos es escapar de la alienación, la pérdida de la propia identidad dentro del contexto social o como postulaba Hegel, el distanciamiento o extrañamiento respecto a uno mismo. Karl Marx en su teoría sobre el capitalismo reflexiona también sobre cómo la explotación del proletariado reducía al ser humano en un peón productivo al servicio del capital.

Y es que esta película contiene una gran crítica social velada, no se realiza de forma explícita pero a través de las reflexiones del protagonista, intercaladas con ciertas escenas que muestran la faceta más decadente de la sociedad, muestra esa verdad incómoda de la que Alexander escapa.

Libertad

Huir de la cara más cruda del sistema social occidental (y como hemos explicado de su familia que es el fundamental problema que desata su concepción más radical)  en busca de la libertad es el leitmotiv del protagonista. Quiere conseguir la “Libertad absoluta” romper con la opresión y servidumbre que siente en su contexto familiar, romper con la esclavitud mental que para el impone la sociedad, y que subyuga al ser humano, dependiente del dinero y de las luchas de poder.

Libre de todos los condicionantes sociales y personales.

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Soledad

Al querer alcanzar esa libertad Absoluta solo puede ser libre en Soledad, puesto que todos los factores que lo condicionan se dan en colectividad: la Sociedad, la familia, los amigos, las parejas. Radicalmente libre, radicalmente Solo. En contacto con la naturaleza y consigo mismo, sin nadie más que él y el mundo, en todo su esplendor. La Naturaleza Salvaje. Un ideal de soledad que hacia el final de la historia acaba siendo cuestionado por el mismo protagonista: “Happiness is only real when shared” (La felicidad solo es real cuando se comparte)

EL VIAJE

La temática principal, el hilo conductor de todas las demás temáticas y el núcleo esencial de las mismas. El viaje como vía de escape, el viaje hacia el exterior y hacia el interior, el viaje como forma de crecimiento y descubrimiento.

Alexander Supertramp, el protagonista realiza un peregrinaje por todo estados unidos, conectando con la naturaleza salvaje por California, Oregón, Dakota del Sur, llegando hasta Méjico y acabando en Alaska. Montañas, prados, desiertos, playas infinitas, bosques helados, viaja empapándose de todas las geografías emocionales que transpira la naturaleza, en un camino en busca de la libertad que acaba siendo libertad en si mismo. Se nutre de las diferentes aventuras que vive, de las diferentes personas que conoce abriendo su zona de confort al mundo entero. Asimismo en la soledad del viaje consigue entender mejor todos los supuestos que consideraba dogmas, conectando con lo que realmente anhela y desea.

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Y es que Viajar es la mejor experiencia para crecer personalmente, con la mochila llena de ilusiones y de miedos,  superando dificultades y aumentando las capacidades personales experiencia a experiencia.

Una lectura muy recomendable sobre el proceso del Viaje es El Tao del viajero de Paul Theroux, viajero y escritor que realiza una recopilación de reflexiones filosóficas y literarias de diferentes autores sobre todas las dimensiones que abarcan la experiencia de viajar.

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Compartiré una de las reflexiones que contiene este fantástico y peculiar libro sobre dos paradojas del viaje que también experimenta el protagonista de la historia: “No deja de ser una reacción curiosa, la de esta nostalgia del hogar. Se corresponde con un rasgo nacional estadunidense, tan innato en nosotros como la montaña rusa o la máquina de discos. No se reduce a una añoranza del sitio que nos vio nacer. La emoción es bifronte como Jano: estamos escindidos entre la nostalgia de lo familiar y una pulsión hacia lo extranjero y extraño. La mitad de las veces nos embarga la nostalgia por sitios en los que nunca hemos estado.” Carson McCullers, “Look Homeward, Americans” Vogue (1940) Recogida en “El Tao del Viajero” de Paul Theroux

Muchos  tenemos un Alexander Supertramp o un Cristopher McCandless dentro, que pugna por cumplir ese sueño sublime de la libertad absoluta, de renacer y redescubrir de nuevo el mundo en el cual orbitamos en la inmensidad del espacio, de dormir bajo un manto de estrellas, de empaparse bajo  tormentas furiosas e inesperadas con rayos atronadores azotando los cimientos de la tierra, de sentir el tacto de esa tierra bajo los pies, de recorrer el mapa indescifrable de la incertidumbre y  lo desconocido, el mapa que se traza a cada paso en la piel y en el trasfondo de los ojos, de sumergirte en nuevas olores desconocidas, y de emprender un viaje a ninguna parte frente un vasto horizonte lleno de posibilidades.

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El Drama de los refugiados y la humanidad de nuestra especie

Personas cruzando a pie países enteros para encontrarse como recibimiento fronteras bloqueadas, muros de contención. Personas asfixiadas en camiones de redes de traficantes, que se lucran ilegalmente conduciéndolos a la perdición. Personas cruzando el mar con balsas, personas ahogadas en el mediterráneo, un mar que este año se ha convertido en cementerio. Las imágenes del drama que están viviendo los refugiados que llegan a Europa desde diferentes países en conflicto impactan en nuestras retinas y retumban en nuestras conciencias, generando impotencia y frustración frente a la inaceptable injusticia que supone esta situación para la humanidad.

La mayor parte de los refugiados que acuden a Europa con la esperanza de poder sobrevivir, provienen de Siria, un país que está siendo devastado desde hace 4 años por una guerra entre la dictadura opresora de Bashar Al-Asad (apoyada por Rusia) y el frente rebelde que lucha por derrocar el régimen y que reciben apoyo militar de Estados Unidos y de otros países occidentales, a su vez diferentes países de oriente medio proporcionan apoyo a una facción y a otra según sus intereses políticos. En medio del caos y la devastación que supuso esta guerra, que continua actualmente, surgió el grupo terrorista fundamentalista Estado Islámico, que financiado supuestamente por países como Qatar, intenta llevar a cabo su guerra santa que ha resultado ser un baño de sangre atroz que nada tiene que ver con el islam. Situación similar ocurre en Libia y Afganistán de donde provienen muchos refugiados también, y qué decir de otros países donde la nociva acción o inacción de Occidente ha comportado una situación de inestabilidad absoluta como Ucrania o Palestina entre otros. Este es un análisis reduccionista pero nos sirve para realizar una radiografía general para orientarnos sobre el origen de la crisis actual.refugees2
Las personas que están arriesgando sus vidas para huir de una probable muerte en su país, están viviendo situaciones extremas de sufrimiento físico y emocional, están luchando por sobrevivir, dejando atrás su devastado país de procedencia i sus perspectivas de futuro, embarcándose en una odisea de incertidumbre y dificultades.
Como explicamos en el artículo Ulises y la nostalgia del emigrante, el psiquiatra Joseba Achotegui postuló su teoría del “Síndrome de Ulises” o “síndrome del emigrante con estrés crónico y múltiple”. Este síndrome se caracteriza por síntomas de estrés crónico severo que surgen en respuesta a situaciones extremas de duelo migratorio que la persona no es capaz elaborar ni superar. Cursa a menudo con síntomas somáticos como insomnio, tensión, fatiga y diferentes problemas físicos, además de problemas cognitivos, irritabilidad y estado de ánimo deprimido.
Este síndrome seria el agravamiento y cronificación de los signos típicos del llamado “duelo migratorio”. Éste es el proceso en que la persona emigrante sufre un periodo de desapego y desarraigo por la pérdida de su hogar, su entorno, familia, amigos y costumbres cosa que puede ocasionar sentimientos de tristeza y soledad además de síntomas de estrés al afrontar el conjunto de cambios en su nueva vida. En este punto radica el quid de la cuestión: la imposibilidad de adaptación al nuevo escenario donde se han desplazado estas personas para poder continuar dignamente su proyecto vital, la frustración al no cumplir sus expectativas, la situación de pobreza que siguen padeciendo así como el rechazo y desprecio que reciben por parte de muchas personas comporta que se sientan completamente fuera de lugar, desengañados, frustrados y con un profundo malestar emocional.
Podemos intuir que, debido a las situaciones extremas que están viviendo las personas refugiadas que están llegando a Europa, probablemente muchas padecerán consecuencias psicológicas como las que hemos presentado y por ello es necesario que reciban el apoyo y comprensión de la población y los estados que los acojan.
Lamentablemente la Unión Europea ha demostrado una vez más ser un patético merecedor del premio Nobel de la paz, después de años de crisis económica durante los que han conseguido destruir el estado del bienestar de los países más frágiles ahora se muestra totalmente inoperativa para dar respuesta a esta crisis humanitaria. Una Unión Europea que tampoco esta vez ha aprendido de los errores del pasado y que presume de ejemplo de pacificación y reconciliación mientras somete a los estados del sur de Europa.
Por dignidad humana debemos ayudar, debemos auxiliar a estas personas, ya que nuestros países no han sido capaces de ayudarles a pacificar su tierra, sino que han empeorado aún más la situación. Debemos demostrar que los gobiernos no son merecedores de la población a la que gobiernan y sumar esfuerzos para comprender y ayudar a estas personas. Están en juego sus vidas y está en juego la Humanidad de la especie.

Poder, dominación y Rebeldía

Si jo l’estiro fort per aquí i tu l’estires fort per allà, segur que tomba, tomba, tomba, i ens podrem alliberar.”

El poder político, económico y social a menudo conlleva la tentación del control y la dominación, de la perpetuación del estatus y la grandilocuencia. Aquéllos que han tenido cargos importantes reconocen la sensación electrizante y adictiva que produce. Asimismo la percepción de dominación y abuso puede provocar una reacción de insubordinación y rebeldía frente a las injusticias y el nuevo despotismo vigente.

La concepción del poder que tienen la mayoría de personas consiste en la condición de la que disponen ciertas élites o grupos de personas privilegiadas de establecer, condicionar y dirigir decisiones y normas que rigen las pautas de los sistemas políticos, económicos y sociales y que acaban determinando en definitiva el tipo de vida que pueden llegar a tener las personas de un sistema en concreto.

El concepto del poder referido a este ámbito tiene un tinte profundamente oscuro y reluciente, produce rechazo y a la vez atracción, y para aquéllas personas que lo ansían con devoción se puede convertir en una potente droga. Y es que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, en las manos inadecuadas puede convertirse en un instrumento perverso de dominación. Incluso en aquéllas personas con una vocación más puramente enfocada al servicio comunitario, al trabajo por una sociedad y un mundo mejores, pueden acabar sucumbiendo a las prácticas de cariz más corrupto o de condición moralmente reprobable.

Si bien es obvio que hay muchas personas en cargos de responsabilidad con una gran integridad y vocación constructiva, es más llamativa y alarmante la cantidad de personas en puestos de poder en estamentos económicos y políticos de relevancia que presentan marcados rasgos de personalidad psicopática (o sociopática) y narcisista. Rasgos y perfiles de personalidad característicos generalmente por su frialdad emocional, manipulación interpersonal en beneficio propio. Un ejemplo podrían ser algunos dirigentes de empresas del mercado bursátil, altos ejecutivos, directivos de banca, innumerables políticos… Un conjunto de personas de poder relevante cuyas decisiones lamentablemente pueden influir de forma determinante en el devenir de una sociedad.

El hecho de que por norma general sea este tipo de personas quienes ocupan cargos altamente influyentes puede deberse en parte a que presentan los rasgos de personalidad de ambición, frialdad y falta de escrúpulos que les permiten escalar posiciones en la sociedad. También puede deberse en parte a que hemos permitido que se erigiera un mundo con un funcionamiento y normas acordes con este tipo de mentalidad, puro darwinismo social. (o quizás éstas personas han conseguido erigir este mundo gracias a su concepción moral y ética más diluida que les ha permitido pasar por encima de la voluntad de los demás)

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En todo caso que no nos invada la desesperanza y el desamparo, que los árboles no nos impidan ver el bosque. No hay nada inmutable ni eterno y un simple cambio de concepción de las posibilidades de cambio y del poder puede desencadenar el inicio de la transformación del sistema.

Power to the People cantaba John Lennon. Es urgente huir del conformismo y de la indefensión que nos han intentado inducir desde las altas esferas políticas. El poder está donde la gente cree que está. La gente debe tener, y tiene de hecho, el poder de decidir, de cambiar las normas y patrones que rigen el sistema, porque el sistema, el engranaje de un estado debe ser un mecanismo al servicio del pueblo, y no un monstruo voraz y despótico, controlado por pocas personas, que subyugue y esclavice a la mayoría de la sociedad.

Frente al impulso de dominación sólo hay dos respuestas: sumisión o rebeldía.

Las personas que controlan los sistemas político-sociales temen perder el poder absoluto que poseen e intentan infundir miedo en los humildes humanos que tratamos de sobrevivir y vivir de la manera que podemos y, que hemos descubierto que tenemos la capacidad de cambiar las cosas, de volver a equilibrar la balanza, de recuperar el poder no como un fin sino como un instrumento de cambio. El miedo es una poderosa arma de control social con la que han conseguido mantener aletargadas y obedientes a las masas durante demasiado tiempo, pero a medida que cada vez hay más gente sin nada que perder el miedo desaparece.

Urge el valor frente a la desesperanza. No hay salto sin sensación de vértigo ni posibilidad de cambio sin voluntad de intentarlo. No hay libertad personal posible sin un cambio estructural que no limite, segregue y condene a la estratificación social que vivimos en el presente, la asfixia sistémica que impera en el régimen presente.

Una vez las personas abren los ojos y se descubren como peones en un tablero de ajedrez sólo tienen dos movimientos posibles: Sumisión o Rebeldía.

El error de los Jedi

Este anómalo artículo, bastante alejado de todos los que he publicado, es fruto de un gran conflicto interno que late en mi interior entre dos facetas que me caracterizan significativamente: ser un fan incondicional de la épica saga galáctica Star Wars, y por supuesto de la Orden Jedi, y por otra parte ser psicólogo y analizar críticamente los principios de la misma. Soy consciente que puedo traicionar en cierta forma mi fanatismo por las películas y por los sublimes Jedi, pero mi espíritu crítico me impulsa irremediablemente a seguir escribiendo estas líneas.

En la saga cinematográfica Star Wars, la Orden Jedi se caracteriza por ser una organización que vela por la paz y la justicia en la galaxia y cuyos miembros son sensibles a la “Fuerza”, una energía mística que fluye en todas las cosas en la totalidad del universo. (No es necesario darle más vueltas a este concepto). Son personajes heroicos, de una valentía y nobleza admirables envueltos siempre en un aura de misterio, que han despertado la veneración en infinidad de fans de estas películas.jediorder

No obstante estos guardianes de la paz y la justicia no son perfectos. El error de los Jedi, como titulo este artículo, radica en la esencia de la doctrina de esta emblemática organización ficticia, ya que con la finalidad de conseguir el equilibrio, neutralidad, paz y bondad de sus miembros en aras de defender la justicia, fomentan la supresión de todos los apegos personales y un control estricto de las emociones, que según ellos pueden provocar en la mente de sus miembros la inestabilidad, confusión y sentimientos negativos que conducen irremediablemente al lado oscuro. De esta forma les está prohibido el amor, el miedo y la ira, reprimiendo cualquier sentimiento que diverja de su código. Es curioso cómo se parecen estos principios de represión y demonización de las emociones naturales de los seres humanos a los que realizan también muchas sectas o grupos de manipulación psicológica ¿verdad?

“El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Veo mucho miedo en ti.”

Yoda

De esta forma fomentan la represión de las emociones para evitar las consecuencias más negativas que pueden surgir con el sufrimiento. Sin embargo, paradójicamente este control extremo acaba provocando una mayor confusión emocional y un desconocimiento sobre cómo gestionar estas emociones, haciendo que muchos Jedi pierdan completamente el norte y acaben pasando a formar parte del Lado Oscuro que tanto querían combatir. Éste  es precisamente el caso del personaje más emblemático de la saga: Darth Vader, un joven aprendiz anteriormente llamado Anakin Skywalker que sufre una lucha interna entre los principios represores de la Orden y sus sentimientos naturales de amor, miedo e ira. Al no saber gestionar estos sentimientos, recibiendo tan solo reprimendas y sermones moralizantes de sus maestros, y sufrir situaciones de gran dolor emocional acaba sucumbiendo a la manipulación del lado oscuro de la Fuerza.

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El control y la represión de las emociones, tanto en esta épica ficción como en la vida real, lo único que inducen es una mayor confusión y desorientación  personal, bloqueando los sentimientos y llevándonos a un callejón sin salida. Si lo que pretendemos es un mayor bienestar y harmonía personales debemos ser conscientes de nuestras emociones y sentirlas. Cada una de ellas es indicativo de algo que sucede en nuestra vida y tienen su propia funcionalidad, incluso las popularmente concebidas como negativas como la Ira y la Tristeza son parte fundamental de nuestro universo emocional, y pretender aislarnos de ellas es aislarnos de nosotros mismos. Es imposible querer conseguir el bienestar y el equilibrio sin estar dispuesto a sufrir. Evidentemente hay situaciones que desencadenan reacciones emocionales más intensas que tendremos que aprender a canalizar y reconducir adecuadamente pero en ningún caso reprimirlas.

¿Aprenderán los Jedi de las nuevas películas de la saga de este gran error que cometieron en el pasado? Personalmente me conformo con que las películas cumplan las expectativas generadas, y consigan que infinidad de personas sigamos fantaseando y emocionándonos con  épicas aventuras  en una galaxia muy lejana.

Si no queremos acabar como el pobre Anakin Skywalker, confundido, perdido, atormentado y finalmente consumido es conveniente que prestemos atención a nuestros sentimientos, los identifiquemos y los sintamos con naturalidad. Quizás no consigamos una paz espiritual (falsa y artificial), quizás no encontremos recursos sencillos y respuestas fáciles, quizás nunca seamos Jedi, pero si que tendremos una vida más plena y rica en matices, un apasionante y complejo mural de claroscuros de nuestra existencia.

Que la fuerza nos acompañe, May the Force be with us

ObiWanKenobi

Identitat

El salt evolutiu que vam realitzar al passat els éssers humans respecte els nostres avantpassats, els simis, va implicar un increïble Big Bang del desenvolupament cerebral que ens va elevar diversos esglaons, en l’aspecte cognitiu i intel·lectual com a mínim, respecte la resta del regne animal. Les capacitats cognitives derivades d’aquest procés evolutiu ens han permès potenciar substancialment processos mentals complexes com l’atenció, la memòria, l’aprenentatge, el desenvolupament del llenguatge i el raonament, entre d’altres. La conjunció d’aquestes capacitats cognitives ens va convertir en éssers conscients de nosaltres mateixos i del nostre entorn, de la nostra individualitat i col·lectivitat i va comportar que ens comencéssim a plantejar qüestions transcendentals sobre el nostre paper en aquest immens món, sobre el sentit de la nostra existència. Conseqüentment vam començar a construir significats sobre el món que ens envoltava i els fenòmens que succeïen, i sobretot vam començar a construir la nostra identitat social i personal de forma activa, per a definir-nos, identificar-nos i diferenciar-nos.

La identitat té aquestes dues dimensions social i individual degut al nostre desenvolupament com a persones en un context social. La identitat social es refereix més específicament als grups de referència i pertinença amb els quals ens identifiquem i formem part (així una persona es podria identificar amb una o més nacionalitats, amb una ideologia política determinada, amb un equip esportiu, amb una cultura urbana i amb infinitat de categories que poden conformar la nostra identitat social).

Aquest article està dedicat a la identitat personal, la dimensió més individual de la identitat dins d’un context social que ens influeix i del qual ens nodrim contínuament per definir-nos i desmarcar-nos i emfatitzar la nostra idiosincràsia i individualitat.

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D’aquesta forma des que naixem ens nodrim del coneixement i la influència del nostre entorn que modelen i condicionen significativament la nostra forma de ser, pensar i aprendre, a la vegada la consciència sobre nosaltres mateixos, la nostra voluntat i capacitat d’escollir i prendre decisions determinaran el tipus de persona que volem ser, construint activament, al llarg del temps una identitat complexa, plena de matisos i de múltiples cares que es complementen entre elles i que es transformen amb les diferents experiències que vivim.

Des d’una perspectiva narrativa la identitat es construeix durant el llarg relat de la nostra vida, evolucionant amb cada gir argumental i cada canvi de registre. Som autors d’una història en continua construcció, de la història sobre nosaltres mateixos que ens expliquem, rememorem i reescrivim, afegint més detalls al nostre personatge a mesura que ens succeeixen determinades vivències i ens enriquim amb diferents experiències.

La identitat no és única i invariable, tot el contrari, la nostra identitat és múltiple i presenta diferents manifestacions en funció del context i la situació en la que ens trobem. Quan ens relacionem amb els nostres amics aflora una faceta diferent que quan interactuem amb companys de treball o amb la nostra família, o quan estem en soledat acompanyats únicament per el nostre pensament. És precisament aquesta multiplicitat de facetes combinades que configuren la nostra complexa identitat.

De forma similar hi ha corrents psicològics que postulen que la nostra identitat està formada per diferents “jos”, alguns dels quals tenen més protagonisme al nostre dia a dia que altres. Un possible exemple seria el següent: una persona que en la seva vida quotidiana es considera un lluitador o lluitadora, que sempre està al peu del canó en diferents aspectes de la seva vida, ja sigui a l’àmbit laboral, familiar, personal, en la implicació per l’activisme social i per diferents causes. També té una faceta més despreocupada i “vividora” que últimament no treu gaire a la llum perquè té massa compromisos i poc temps pel descans. Diguem per no allargar excessivament l’exemple que també té una faceta més vulnerable a la que mai deixa espai perquè no es permet la possibilitat de caure, per tant aquestes dues últimes facetes les té desterrades a un calaix de la seva ment, deixant únicament espai al seu jo més combatiu i resolutiu.

La meva intenció amb aquest exemple és il·lustrar la multiplicitat d’identitats i de jos que podem tenir i el grau amb que permetem que aquests aflorin a la nostra vida. És important deixar espai a totes les nostres facetes que constitueixen la nostra identitat o conjunt d’identitats, ja que si no hi permetem, si neguem que alguns del nostres propis jos tinguin un paper rellevant a la nostra història podem acabar bloquejant el personatge principal que és el que es manifesta amb major freqüència al nostre dia a dia. Aquesta és la funció dels nostres diferents jo, enriquir la nostra identitat, deixar que respiri la nostra psique i donar-nos espai per a diferents registres vitals.

Perquè la nostra identitat és un ric i variat univers personal ple de matisos i de gradacions cromàtiques, en permanent construcció que hem de mantenir i nodrir per tal de permetre’ns seguir evolucionant i avançant sense perdre’ns a nosaltres mateixos pel camí.

Reescribim una història digne de recordar

“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.”

Jorge Luis Borges

Moltes persones es senten atrapades per una xarxa de records negatius i dolorosos que els generen un gran malestar emocional. Nombrosos estudis psicològics han establert una clara relació entre l’estat d’ànim i el tipus de records que rememorem, és a dir en funció de si ens sentim més alegres o més tristos podem tenir una major propensió a recordar aquelles experiències que hem viscut de tipus més agradable o negatiu. Així mateix el tipus de records autobiogràfics ens els quals ens centrem ens poden condicionar també l’estat d’ànim.

D’aquesta forma, en estats d’ànim més melancòlics es pot produir un bucle subtil i perillós en el qual la persona es centra recurrentment en records més negatius, augmentant la seva tristesa, la qual cosa produeix que hi hagi més tendència a focalitzar-se més en aquestes vivències doloroses.

Les experiències que ens succeeixen al llarg de la nostra vida són elements que, filtrats pel prisma de la nostra forma de concebre el món i a nosaltres mateixos, acaben configurant la història de la nostra vida. Un conjunt de formes inconstants i etèries que modelem, dotem de significat i situem en un ordre cronològic influint a la resta de  la nostra història.LIBRO ABIERTO

Som éssers narradors per naturalesa, guardem i interpretem els nostres records subjectivament, construint amb ells un relat personal la trama del qual pot tenir un caire més positiu i esperançador o més fosc i dramàtic. Algunes persones es creuen subjectes passius influïts pels esdeveniments que els succeeixen, simples productes de la suma de factors atzarosos, víctimes d’un destí ineludible. Res més lluny de la realitat. Tots som poderosos creadors d’infinites realitats, autors de la nostra pròpia vida. Construïm i reconstruïm a cada instant la nostra memòria i amb ella la nostra vida.  Si be no és possible canviar els fets que ens ocorren si que podem modificar la forma de concebre’ls, la manera en que ens influeixen a nosaltres mateixos i a la nostra història.

A més de narradors som també protagonistes del relat èpic de la nostra vida i podem escollir el rol que volem tenir en aquesta història: un personatge victimista i autocompassiu o una persona activa que lluita pel canvi i intenta avançar.

Tenim el poder i la llibertat de reescriure la nostra història amb una nova tinta, amb un nou gir argumental. Una història més constructiva i lluminosa a la qual el personatge principal sigui amo del seu destí, narrador i protagonista d’un gran relat per recordar.

Pequeños pasos para las personas, Grandes pasos para la Sociedad

Per acabar aquest any 2014 comparteixo l’últim article que vaig publicar a la Revista Insight http://www.revistainsight.es/

Us desitjo a tots i totes molt bones festes i una feliç entrada al 2015!

Ha llegado la Navidad, los ornamentos y trabajados juegos de luces iluminan y colorean las calles, suenan canciones navideñas (más o menos soportables) en todos los rincones y se preparan las comidas para las reuniones familiares de estas fechas. Desde hace demasiados años también, como analizó nuestra compañera Rosa en el artículo “¿anuncios de navidad o mentiras?”  los medios de comunicación nos saturan y persuaden tratando de infundirnos una fiebre de consumismo compulsivo disfrazado de un absolutamente desvirtuado y pervertido espíritu navideño. Un espíritu navideño, si es que este concepto más digno del cuento de Dickens tiene alguna validez, que se refiere en su origen a estrechar los lazos con los seres más queridos y potenciar el altruismo y generosidad con aquellos que menos tienen o que pasan una situación más complicada que nosotros.untitled

Más allá del supuesto aumento de la generosidad y altruismo relacionado con las fiestas navideñas, la situación de crisis económica profunda que hace siete años estamos padeciendo y el sufrimiento consecuente de una ingente cantidad de personas, han conseguido despertar en gran medida la conciencia colectiva y la empatía social entre las personas de nuestra sociedad, indignada por la desgarradora realidad que las políticas económicas globales han generado y dispuesta a cooperar y trabajar para no abandonar y dejar caer a aquéllos que han quedado más desamparados.

En este sentido cada día vemos como el glorioso tejido asociativo de nuestra sociedad, lleva a cabo infinidad de iniciativas comunitarias para mantener a flote a aquellas personas que están en riesgo de exclusión social o en situaciones de una pobreza tan atroz que debería como mínimo estremecer de culpabilidad a los desalmados gobernantes, si tuvieran una mente psicológicamente saludable y empática, que nos han conducido premeditada e impunemente a esta situación.

De entre toda esta red solidaria y cooperativa podemos encontrar entidades más conocidas y mediáticas como la PAH, Cáritas, Cruz Roja, Intermon Oxfam, Safe the Children y otras más minoritarias y desconocidas, pero igual de honorables, como pequeñas asambleas de vecinos que trabajan incansablemente para apoyar a las personas de su comunidad. Pero más allá de los nombres, siglas o imagen de las diferentes organizaciones no hay que olvidar que el titánico trabajo humanitario llevado a cabo lo realizan personas, tanto dentro como fuera de estas organizaciones, seres humanos cuya fuerza de voluntad e implicación tratan de hacer de este mundo un lugar mejor.hands1

Aunque algunos puedan ver cínicamente este artículo como un cuento idílico igual que las postales navideñas, desde mi punto de vista es el quid de la cuestión respecto a los seres humanos como especie: nuestro potencial para apoyarnos, nuestra capacidad para ser empáticos, generosos o colaborativos con los demás, nuestra capacidad de querer y tratar con dignidad a las demás personas que comparten con nosotros este pequeño planeta azul. Hay quienes creemos en el potencial de los actos altruistas para generar una bola de nieve social, una cadena de favores de positividad.

El atroz régimen capitalista instaurado, aparte de asfixiar a la población que humildemente trata de vivir y sobrevivir con rentas medias, bajas o inexistentes, ha intentado convencernos sobre la cultura del individualismo como herramienta de supervivencia, el “darwinismo social”, la ley del más fuerte y otros conceptos vomitivos para justificar su doctrina política y económica. Sin embargo, las innumerables iniciativas comunitarias solidarias que en este momento se llevan a cabo nos recuerdan que las personas no solo son felices al poseer y al tener mayores ambiciones, sino que el hecho de cooperar para construir un mundo mejor, para ayudar a los demás proporciona un sentimiento que ninguna posesión material que podamos adquirir a cambio de dinero nos puede dar.

Desde el sencillo hecho de apoyar a un amigo o familiar en un momento difícil hasta viajar al extranjero en proyectos de cooperación internacional, los pequeños actos de generosidad que se pueden llevar a cabo son innumerables y dependen solo de nuestra propia voluntad.

Éstos son los aspectos de nuestra sociedad en los que me gusta pensar porque son los que nos definen orgullosamente como especie,  los pequeños actos de generosidad de repercusiones inconmensurables que dignifican el significado del término humano.